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Cómo Reparar Una Piscina De Plástico

Las piscinas de plástico tienen un bajo coste, por lo que son fabricadas con materiales endebles que pueden pincharse con mucha facilidad. Si te ha sucedido esto, que no cunda el pánico ni pienses en tirarla a la basura, puedes aprender cómo reparar una piscina de plástico en poco tiempo. Recuerda que debes tirar todo el agua así evitarás posibles daños y de que sea tarde para poder seguir disfrutando de ella. En unComo te mostramos cómo reparar tu piscina con poco dinero. Cuando la piscina esté desmontada, totalmente limpia y seca se debe evaluar el daño para encontrar la solución más adecuada. Al encontrar la rotura, esta hay que parcharla utilizando un equipo de piezas de reparación. Mientras compres este kit puedes utilizar cinta adhesiva de manera provisional. Estos kits o paquetes de reparación vienen con una pieza de plástico que se debe cortar al tamaño adecuado para tapar la rotura de la piscina y acoplar el parche. No drenes la piscina ya que puede arruinar su revestimiento. El agua llena la piscina para que tome forma y un ajuste adecuado, si se drena la piscina es posible que luego no puedas utilizarla en en el futuro y haya que tirarla a la basura. Localizar los agujeros puede ser una tarea difícil. Para encontrarlos puedes hacer una prueba con un barreño con una capacidad alrededor a los 18 litros. Llena el barreño hasta el tope y con un rotulador señala la parte superior, luego haz una marca dentro de la piscina. Espera un total de 24 horas, si el nivel del agua de la piscina cae más que el agua del barreño, la fuga se ha hecho en la capa que cubre la piscina.

6. Limpiar el filtro, en concreto los skimmers. 7. Limpiar el prefiltro de la depuradora. 8. Hacer un contralavado del filtro. 9. Reponer pastillas de cloro. El punto central del mantenimiento de piscinas es que el agua permanezca limpia. Para hacerlo hay cuatro puntos clave en los que deberemos prestar la máxima atención. El pH es un valor que nos muestra cuando una sustancia es básica o ácida. En el agua el pH siempre debe estar en un nivel entre 7,2 y 7,6. De no encontrarse el pH del agua entre estos niveles, producirá en los irritación en los ojos y la piel, deterioro de materiales, etc. Cuando el pH no se encuentra en unos niveles óptimos perjudica todo el funcionamiento del sistema de desinfección. Para el control del pH hay distintos accesorios de uso muy sencillo: kits para la medición, tiras para análisis, medidor electrónico, lector digital. Si el pH tiene un nivel alto, redúcelo con un Minorador de pH, el cuál está en formato granulado o líquido. Pero si el pH está bajo debes aumentarlo con un Incrementador de pH, que se también puede ser granulado o líquido.

Respecto al equilibrio en los parámetros del agua, la mayoría de ellos tiene relación con otros parámetros. Por tanto, cuidar el nivel de pH es prevenir un desequilibrio en otros parámetros del agua. La desinfección del agua es uno de los puntos centrales del mantenimiento de piscinas, ya que es un aspecto no siempre visible. El agua puede presentarse aparentemente limpia, pero no estar en condiciones sanitarias óptimas para bañarse. Por esa razón, este es uno de los aspectos a los que deberemos prestar mayor atención, pues no siempre la suciedad del agua nos servirá como aviso. Las piscinas son un caldo de cultivo de todo tipo de microorganismos. Esto es debido a que cuando nos bañamos, dejamos en el agua sudor y otro tipo de patógenos. Las altas temperaturas, comunes en verano, hacen que la reproducción de dichos microorganismos se realice a gran velocidad. Es por esa razón que la desinfección del agua es tan importante.

Es una tarea, de mantenimiento de piscinas, que conviene que tengas programada para realizarla semanalmente. 2. Sin cloro (oxígeno). 3. Con sal o magnesio (electrólisis). El crecimiento de algas es uno de los aspectos que trae más dolores de cabeza en el mantenimiento de piscinas. Las algas son muy visibles, rápidamente podrás comprobar cómo el agua va cobrando un color verdoso. Por esa razón suele ser un problema que puede hacerle sentir frustrado. Evitar el crecimiento de algas no tiene por qué ser una tarea frustrante. Lo importante es realizar un pequeño mantenimiento constante, que hará que el agua esté en unas condiciones que impidan su aparición. Cepillar las paredes de la piscina al inicio de la temporada e ir cepillándolas durante el año. Mantener un correcto nivel de cloro en el agua. Mantener el ph en niveles óptimos. En el filtro va quedando atrapada toda la suciedad de la piscina. Esta acumulación hace que sea una potente fuente de microorganismos.
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